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- La interculturalidad aplicada con sensibilidad ha sido clave para construir puentes de confianza y respeto, lo que ha permitido que muchas familias encuentren consuelo sin renunciar a su identidad ni a sus tradiciones.
En un emotivo acto de reconocimiento, el Parlamento Indígena Anahuaca y el Gobierno Indígena Pluricultural Étnico Tradicional de los Pueblos Originarios y Afroamericanos del Estado de Morelos entregaron un merecido agradecimiento público al Centro de Cuidados Paliativos de México, I.A.P. (CECPAM) por su incansable labor, sensibilidad humana y compromiso con las comunidades más vulnerables del estado.
El reconocimiento no solo destaca el profesionalismo de sus equipos médicos y psico-tanotológicos, sino también la forma profundamente humana en la que el CECPAM se ha acercado a las personas que más lo necesitan. Su trabajo con pacientes en situaciones críticas de salud ha dejado una huella imborrable entre los pueblos originarios y afroamericanos de Morelos, quienes han recibido atención digna, compasiva y culturalmente pertinente.
Desde su llegada a la entidad, CECPAM ha demostrado que los cuidados paliativos no son un lujo, sino un derecho. En comunidades donde el acceso a la salud suele ser limitado, esta institución ha llevado alivio al dolor físico, psicoemocional y espiritual de pacientes y familias enteras, rompiendo barreras sociales, geográficas y económicas con su acompañamiento respetuoso y profesional.
Las palabras dirigidas por los representantes indígenas reflejan el profundo impacto de esta labor: “Les agradecemos su dedicación, esfuerzo, por su genuina preocupación y excepcional atención… su profesionalismo y dedicación son admirables”. Más que un reconocimiento institucional, este es un agradecimiento de corazón por parte de quienes han sentido el alivio en medio del dolor, la guía en medio de la incertidumbre y la compañía en los momentos más difíciles.
Además de su trabajo clínico, CECPAM ha impulsado procesos de sensibilización y formación comunitaria, promoviendo una visión de la salud que considera los valores, costumbres y formas de vida de las comunidades. Esta interculturalidad aplicada con sensibilidad ha sido clave para construir puentes de confianza y respeto, y ha permitido que muchas familias encuentren consuelo sin renunciar a su identidad ni a sus tradiciones.
Este reconocimiento reafirma que es posible construir modelos de salud más humanos y cercanos, en los que la dignidad de cada persona sea el eje central. La labor de CECPAM en Morelos representa una esperanza concreta: la de un sistema de cuidados que escucha, acompaña y abraza.
Por ello, CECPAM agradeció profundamente el reconocimiento, reafirmando su compromiso con las comunidades de Morelos: “Seguiremos colaborando con ustedes por el bien común y en beneficio de la gente de los pueblos y comunidades indígenas, siempre favoreciendo el desarrollo de comunidades compasivas. Nos honra profundamente caminar a su lado”.