Currently Empty: $0.00
En el año 2005, en México, los servicios dedicados a proveer cuidados paliativos eran escasos y en su mayoría se encontraban ubicados en instituciones de tercer nivel. Esto dejaba fuera a la gran mayoría de las personas que enfrentaban una enfermedad o condición médica incurable, avanzada y que muy probablemente limitaba su calidad de vida.
Cualquier enfermedad o condición médica incurable trastoca la vida del paciente y la familia. Es probable que se enfrenten por primera vez a algo totalmente desconocido para ellos. Se sienten vulnerables, las rutinas se ven afectadas. El estrés y la ansiedad se hacen presentes; las emociones son intensas y cambiantes. Hay mucho por hacer, pero no saben cómo o por dónde empezar o a quién acudir.
Es así que un grupo de profesionales de distintas disciplinas, entre ellos algunos especialistas en cuidados paliativos, tuvieron la visión de fundar una institución sin fines de lucro, que fuera capaz de proveer cuidados paliativos de excelencia, directamente en el domicilio del paciente y que el apoyo se extendiera hacia la familia, como una unidad a tratar.
Este grupo de mexicanos se dieron a la tarea de documentarse e investigar los pasos que habrían de dar para que el Centro de Cuidados Paliativos de México quedara instituida como una institución de asistencia privada en diciembre de ese mismo año, iniciando sus actividades formalmente el 23 de enero del 2006.
CECPAM, una vez en operación reconoce que las necesidades que presentan los pacientes y sus familiares son multidimensionales. Es por ello, que sus equipos son multidisciplinarios y están capacitados y comprometidos para atenderlas, ya sean síntomas físicos, emocionales, sociales o espirituales.
En CECPAM sus especialistas se mantienen en continua actualización porque sabemos que los cuidados paliativos continúan evolucionando. Han ido extendiendo territorialmente el apoyo para que más niños y adultos que lo requieran, reciban el apoyo de la institución.
“Agradecemos cada día la oportunidad que nos brindan los pacientes y los familiares, al abrirnos la puerta de su hogar y nos permiten acompañarlos durante el proceso de la enfermedad y hasta el final”
Luz Elena Olaiz Cortina, directora de CECPAM.